¿Te has visto alguna vez tratando de dialogar con alguien que, por encima de todo, quiere mantener el control de la situación, no empatiza y recurre a lo que sea con tal de salirse con la suya? Tratar de llegar a acuerdos con alguien que interpreta cualquier alternativa que propongas como una amenaza, puede resultar misión imposible. Probablemente estés pensando que con alguien así mejor no tener contacto alguno, y estás en lo cierto. Pero ¿Qué pasa si no te queda más remedio porque se trata un familiar, compañero de trabajo o socio con quien tienes que mantener relación en el tiempo? Para negociar con alguien que interactúa desde el poder y el control, tienes que actuar con inteligencia emocional.